¿QUÉ HACER SI TU NIÑO/A PEGA?

La derrota no es una opción
Y no hay excusas
Para siempre me parece mucho tiempo

Para siempre
No hay nada para siempre

La influencia de la ira
Y los impulsos de la lengua
No tengo toda la vida
Aún hay cajas con sorpresa

La derrota no es una opción
Y no hay excusas
Para siempre me parece mucho tiempo

Vendré con la boca amarga
Y el corazón derrotado

Para siempre
No hay nada para siempre

-Héroes del Silencio-

¿POR QUÉ PEGA MI NIÑO/A?

Como ya hemos comentado en el post de las rabietas, entre los 2 y los 5 años los niños y niñas pasan por una etapa de egocentrismo en la que les resulta complicado ponerse en el lugar de las personas con las que interactúan. Con ello, a estas edades, los pequeños pasan por un estadio de inflexibilidad cognitiva, es decir, son incapaces de adaptarse a los cambios y de tolerarlos de forma adecuada, permaneciendo afectada la capacidad de autorregular la propia conducta.
Si a ello le sumamos que durante estos años el lenguaje no está completamente adquirido, ante ciertas situaciones, el único modo que tienen de  expresar esas emociones que no pueden ser verbalizadas mediante las palabras, es encolerizándose, pegando o mordiendo.
En la práctica, se añaden múltiples factores que provocan estas reacciones "violentas" en los niños, como son las causas fisiológicas (sed, hambre, sueño, cansancio...) o psicológicas (incapacidad de comprender el punto de vista ajeno, la mala adaptabilidad a los cambios, humor predominantemente negativo...) y otros rasgos subyacentes del carácter propios de estas edades.
En la vida terrenal, todo esto se traduce en que el niño o la niña empuja, muerde, grita desmesuradamente o pega cuando le apagamos la televisión con los dibujitos que estaba viendo, cuando otro niño le quita un juguete que tenía entre manos, si llega la hora de bañarse, de levantarse o de acostarse, o si no le concedemos lo que en ese momento desea.  
He aquí, por cada vez que cedemos ante los caprichos de un niño para evitar que se encolerice, estamos aportando un granito de arena más para que en el futuro se forme como una persona intolerante e incapaz de esforzarse para conseguir sus metas. 
Pero....¡calma papás y mamás! Todos en alguna ocasión cedemos ante nuestros pequeños para evitar males mayores, el problema, como con todo, llega cuando estas situaciones se normalizan, cuando no tienen renuncias y las concesiones se convierten en la norma diaria
Gran parte de las conductas agresivas de "mis" niños y niñas de la provincia del área de Trastornos Graves de Conducta, provienen de una incapacidad personal muy significativa para tolerar la frustración y para postergar las gratificaciones, lo cual se traduce en que lo que quiero lo quiero ahora y lo quiero ya, y voy a hacer cualquier cosa para conseguirlo. Y si no lo consigo, mi frustración será tal, que me comportaré de forma agresiva porque no he aprendido a controlar mis emociones desde pequeñito. Y es que...tampoco conocen otra forma de hacer las cosas. Si desde que tenían dos años se les ha dado todo lo que querían .... ¿por qué ahora que son más mayores no pueden tener lo que desean? 
Para reflexionar...


¿QUÉ CONDUCTAS DEBO EVITAR CUANDO EL NIÑO/A PEGUE?

NUNCA SE DEBE PERDER LA CALMA. Altas dosis de paciencia y afecto son las claves. 
A saber:
  • No impongas consecuencias en momentos de crisis.
  • No intentes razonar en ese momento.
  • No pierdas la calma, no grites.
  • No le dejes solito/a, no le ignores, no te vayas lejos de su lado por la casa haciendo como que no le escuchas. (Conozco lo que expresa gran parte de la literatura al respecto y los mensajes que circulan en las redes, no lo comparto para nada. Mejor pon en práctica el "Quiéreme cuando menos lo merezca que será cuando más lo necesite").
  • NO RESPONDAS PEGANDO, ni con un simple azote en el culete, ni zarandeándole por muy suave que intentes hacerlo, ni poniendo en práctica cualquier otra forma sutil de castigo físico, por muy muy leve que esta sea. Algo de lo que también soy consciente desde que trabajo en el área de Trastornos Graves de Conducta es: SI NO QUIERO QUE MI HIJO/A PEGUE, NO DEBO PEGARLE, NUNCA, JAMÁS, EN NINGUNA SITUACIÓN, DA IGUAL LO QUE HAGA. Ya lo hemos hablado en otro post: "si mi mamá me pega, es un comportamiento lícito y la forma natural de arreglar un conflicto, por tanto, yo pegaré a otros niños cuando me sienta enfadado porque mi mamá o mi papá lo hacen conmigo" N-O! 


¿QUÉ DEBO HACER CUANDO MI NIÑO/A PEGUE?
  • Distánciate emocionalmente, no físicamente: actitud serena, calmada pero firme, no afectuosa en un principio. Nos ha pegado o ha pegado a otro niño, mi cara debe mostrar serenidad pero seriedad a la vez. Comprendo que cuesta, que en esos momentos nos queme la sangre y no comprendamos como esa criatura tan tierna puede llegar a comportarse de ese modo. Pero hay que MANTENER LA CALMA y CONECTAR física (conseguir que nos mire a los ojos), y emocionalmente (poniendo en práctica el punto siguiente).
  • Implementa la técnica ICAR de la que ya hablamos más veces:
    • I: IDENTIFICA LA EMOCIÓN: dile "estás enfadado/a", "te sientes triste". Esto es importantísimo.
    • C: COMPRENSIÓN Y EMPATÍA: Si te pega y le tienes en brazos, déjale en el suelo. Si ya está en el suelo, sujétale para que no continúe pegándote. No estoy muy a favor de la contención física, pero en estas edades sí funciona. Bájate a su altura y mírale a los ojos: "mamá y papá también se enfadan a veces, no pasa nada, es algo normal, pero no está bien hacer daño a mamá", todo esto en el tono de voz más calmado que te sea posible.
    • A: ALTERNATIVA A LA CONDUCTA DE PEGAR: "A mamá  le gusta que le hagas caricias, que le des un abrazo y un besito. A ver, a ver cómo lo haces". Es necesario buscar alternativas a estos momentos de crisis que le hagan volver a la calma: bote de la calma, burbujas del autocontrol, pelota/muñeco antiestrés que pueda apretar, practicar algún ejercicio de relajación, respirar hondo, amasar, trabajar la plastilina, caja de la arena... 
    • R: REFORZAR PRIMERA CONDUCTA POSITIVA: Darle un besito y un abrazo y mostrarnos emocionados cuando nos de un abrazo, un besito y una caricia. Cuando de primeras responda sin pegar ante una rabieta, nos mostraremos felices y reforzaremos positivamente la buena conducta. 

Espero que os haya resultado útil este post.
Feliz fin de semana, sed felices!!!
Ana.


"La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza, si no de corazón a corazón"
-H. G. Hendricks-







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