Juguemos a hacer música



A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
 como el recodo al camino...

Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...

¿Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?

J.M. Serrat

No sé en qué momento exacto le vino a mi hijo su amor por la música. Me aventuro a asegurar que desde antes de nacer. Su papá le cantaba todos los días a la barriguita, y yo cada tarde, desde la semana 20 de gestación, momento en el cual los bebés comienzan a oír, le ponía siempre la misma canción de “baby Mozart”.

Había leído mucho acerca de los beneficios de ponerle música al bebé desde antes de nacer: estimulación de la frecuencia cardiaca en el feto y producción de endorfinas en la mamá, activación de las células cerebrales favoreciendo el desarrollo de los dos hemisferios cerebrales del feto, desarrollo del área cortical relacionada con la audición… Y aunque con mucho escepticismo al respecto, continué poniéndole la misma melodía hasta el final del embarazo.
Durante sus primeros días de vida, cuando volvía a escuchar aquellos sonidos recurrentes, su pequeña carita cambiaba, se volvía alerta y se podía ver claramente como, aunque aún no pudiera levantar la cabecita hacia la fuente sonora, si reconocía la melodía por sus gestos faciales y comenzaba a mover los bracitos y piernas. Quizá fueran pequeñas y maravillosas casualidades, pero para mí aquello era una señal de reconocimiento y alegría.

A día de hoy, cerca de celebrar su tercer aniversario de vida, ese amor por la música se ha acrecentado. Conoce muchos de los instrumentos de viento, cuerda y percusión, y su mayor diversión es imitar a directores de orquesta con su “batuta” inventada, o tocar numerosos instrumentos por casa (reales o imaginarios). Podría estar un día entero jugando a hacer música.

En casa fomentamos ese gusto por la música, e intentamos llevarle a todos los conciertos de bandas de música de los que nos enteramos, le compramos cuentos adaptados a su edad sobre instrumentos musicales, y asiste conmigo un día a la semana a clase de música para niños, donde su maravillosa seño Virginia aviva su amor por la música.

No tengo la firme convicción de que su gusto por la música continúe con el paso del tiempo, pero dado el gran número de virtudes a nivel emocional que este arte conlleva, sí tengo claro que seguiré estimulando su interés por seguir aprendiendo.
Haciendo alusión a los beneficios que acarrea escuchar música en nuestros pequeños, os presento una imagen que resume algunos de ellos:



¿Cómo puede ser que conociendo los beneficios que conlleva la educación musical en los niños y niñas exista solamente una hora de Música a la semana en los centros educativos? Pensamiento que hago en voz alta.

Siendo consciente del repertorio de ventajas que acarrea esta disciplina, me gustaría presentaros una serie de ideas que se pueden poner en práctica desde los hogares para impulsar el gusto por la música en los niños y niñas y favorecer su desarrollo emocional:

Bailar al son de un instrumento:

- Se trata de danzar libremente por el lugar donde se realice la actividad acompañados por el sonido de unas maracas, un triángulo, platillos... trabajando a la vez la motricidad gruesa.
- Correr hasta pararse a modo de estatua, siguiendo la velocidad de los golpes de un instrumento..

Representar un cuento motor:
Leerles un cuento o inventarse una historia en la que introduzcamos sonidos tales como golpes contra una puerta (hacer sonar unos bongos), lluvia (agitar unas maracas), truenos (golpes de pandereta), campanas (hacer sonar los triángulos)…y un sinfín de posibilidades que se nos ocurran.

Creación de un musicograma


Se trata de dibujos y gráficos para representar los elementos que intervienen en una pieza musical (ritmo, timbres, compases…)
Con ello los niños y niñas entenderán la obra musical desde una perspectiva global y aprenderán jugando.


Habilitar el rincón de la música en casa
Dejar al alcance de los niños un pequeño rincón que sea de fácil alcance para que puedan desarrollar toda su creatividad y expresar su lado más artístico.

Audiciones
Escuchar diferentes tipos de música en casa y bailar con ellos.

Disfrutar juntos de un concierto en el teatro, auditorio o asociación de música.
Yo me suelo hacer con la programación trimestral de espectáculos en la ciudad, y marco en un calendario los que me interesan para ir juntos. 

Mirar juntos cuentos relacionados con la música
Os enseño algunos cuentos que tenemos en casa en los que el peque va presionando botones y escuchando melodías.
El de “A ritmo de batería” está muy bien, ya que él mismo puede ir tocando a ritmo de batería presionando los botones del panel.



Este último, “Escucho y aprendo. Instrumentos musicales” de Usborne, está fenomenal!! Vienen un montón de plantillas con instrumentos, para que el niño presione cada uno de ellos y escuche cómo suenan.


Jugar con instrumentos y enseñarle las categorías a las que pertenece cada uno. Se pueden elaborar tarjetas con todo tipo de instrumentos para clasificarlos según categorías: cuerda, viento, percusión.



Utilizar las TIC al servicio de la música
Existen algunos dibujos animados que educan musicalmente a los pequeños. En casa de vez en cuando vemos a "Musizón



MUSIZÓN


Los dibujos de "Smile and learn" resultan educativos, sólo tenéis que poner en Google "smile and learn música" y el navegador os llevará a ellos.
SMILE AND LEARN

SMILE AND LEARN

SMILE AND LEARN


También resultan bastante educativos y entretenidos los capítulos de "El Mundo de Polli", concretamente y en relación a esta temática, os recomiendo dos episodios: "La Batería" y "Graves y agudos".

EL MUNDO DE POLLI



Ponerles buena música desde chiquititos
Será porque los recuerdos musicales de mi infancia y principio de mi adolescencia nada tienen que ver con los grupos de música y cantantes de moda de aquel momento. Recuerdo que a lo que yo estaba acostumbrada era lo que mi padre solía poner en casa y en el coche. Los Beatles, Dylan, los Rolling Stones, Bruce Springsteen, Leonard Cohen, Sabina, Aute o Silvio Rodríguez, entre otros. Él siempre dice que de no haber sido médico, hubiera sido compositor de música. Ahora Luis disfruta de los vinilos del abuelo ;)
Quizá por eso intento buscar un equilibrio entre música de niños, como los maravillosos Cantajuegos, que nos encantan, y otro tipo de canciones.
Una buena idea para poner en práctica en casa, puede ser visualizar vídeos musicales en inglés con ellos, y así de paso aprovechamos para que se le vaya haciendo el oído al inglés. Nosotros ahora le estamos poniendo algunos vídeos de Los Beatles, y ya tararea y dice algunas frases del estribillo de canciones como "Yellow Submarine" o "Imagine", a su manera, claro... :)

Experimentar con los sonidos cotidianos
Reconocer diferentes sonidos producidos por los objetos cotidianos que tengamos por casa o de la naturaleza: jugar con unas tapas de sartén simulando unos platillos, hacer caer distintos materiales sobre una superficie y notar las diferencias de sonidos...

Enseñarle los sonidos que emite el silencio
Inevitablemente este planteamiento me transporta a John Cage. En 1952, este compositor estadounidense, creó su obra más famosa, polémica y legendaria: "4,33", una pieza musical cuya duración es precisamente la que enuncia su título y que consiste en no tocar ni una sola nota. En la partitura, se indica al intérprete que ha de mantenerse en silencio. Cuatro minutos y treinta y tres segundos de silencio. Algunos teóricos afirman que la melodía o material sonoro de esta pieza musical la forman los ruidos que los espectadores escuchan durante este tiempo. Para algunos, una broma de mal gusto; para otros, una obra de arte del siglo XX.




Sea como fuere, nos ha dejado un importantísimo legado, y es, enseñar a nuestros hijos como, aunque permanezcamos en el silencio más absoluto, en la habitación más silenciosa que podamos encontrar o planificar para ello, no podemos evitar que siempre haya algún sonido: el latido de nuestro corazón, el murmullo de gente en la calle... siempre podemos escuchar algo. Así, el SILENCIO se transforma en música.

Trabajar la expresión plástica y musical.
Escuchar una pieza de música clásica a la vez que se les facilita una lámina, pinturas y pinceles, para que plasmen en el papel lo que les venga a la mente y sientan.

Elaborar diferentes instrumentos de música con plastilina
Una cosa que a Luis le encanta es jugar con los Lego Duplo y sus magnéticos. Con las piezas magnéticas creamos casas, teatros, escenarios... Con los muñecos Lego siempre me pide crear una banda de música. Entonces entre los dos jugamos a elaborar instrumentos de música con plastilina y conseguimos una orquesta bastante aceptable. Con ello trabajamos también la motricidad fina creando "churritos" de plastilina para simular una flauta travesera o unas baquetas, o bolitas para crear platillos o maracas.

Juguetes que son música
Un original regalo si a vuestros peques les gusta la música es esta banda de Playmobil.



Elaborar instrumentos sencillos a partir de material de reciclaje
Por ejemplo, con el envase de un yogurt vacío y unos garbanzos, podemos hacer unas estupendas maracas; con una caja y unas cuerdas una guitarra; con unas pajitas entrelazadas de diferentes tamaños, una flauta de pan... En la red hay infinidad de ideas, sólo tenéis que buscarlas y.... manos a la obra!! además de pasar un rato divertido conseguiréis fomentar su creatividad.
Os dejo un link que me gustó mucho con material al respecto:
https://losinventosdemama.com/creamos-instrumentos-musicales-con-material-reciclado/


Espero que os hayan gustado estas ideas que resumen el propósito de mi entrada en este blog: la música se enseña y se aprende JUGANDO.



“La música es como una llave mágica que abre incluso los corazones que están más cerrados”
M.A. Von Trapp.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gran post, cuántas ideas!!! preciosoooo
Anónimo ha dicho que…
La musica nos acompañara siempre para hacernos la vida mas agradable.Que importante fomentarla en los niños-

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